((Acá van, lince de las montañas sudafricanas. Y más te vale hacer a una que yo se pelirroja natural, o de acá me mata uno que nadie sabe (?)))
►Nombre Real: Laurent Durand.
►Apodo: Charlie, no tiene sentido pero así le dicen todos. Pocos conocen su nombre de pila.
►Sexo: M
►Edad: 30
►Trabajo: Trabaja para la mafia. Hace patrullas por los “lugares de recaudación” y curiosamente prefiere pasar por el Molino Rojo. Un simple soldado que tiene algo de poder por ser familiar "directo" del cabecilla.
►Apariencia: Estatura promedio, ojos negros siempre abiertos bien despiertos. Suele mirar discretamente a las personas, catalogándolas. Cabello color marrón chocolate corto y peinado hacia atrás bien ordenado, rostro pálido, ojeroso. Por lo general se viste de camisa blanca, traje gris y zapatos negros, y el infaltable sombrero, claro. Tiene una cicatriz que pasa casi imperceptible en la base del cuello, lleva un único anillo y un reloj en la mano izquierda. Es un sujeto bien parecido.
►Carácter: Poco paciente, pero indiscutiblemente carismático. Se toma muy en serio su trabajo, casi a nivel personal. Le caen bien pocas personas y con ellas se vuelve un compinche indiscutible. Es directo y conciso a la hora de criticar. Puede llegar a ser un sujeto sobrador y de miradas directas por más que no diga una palabra, una ojeada suya puede insultarte de pies a cabeza y, en caso de que no quede claro, avisarte que una vez que cruces las puertas del local, puedes darte por muerto. No se considera a sí mismo un tipo violento, pero las riñas se le dan muy bien, casi como si practicara. Como si las buscara.
►Historia: Familia de clase baja, de raíces francesas revolucionarias radicales. Si llegó a ascender en algún estrato social, cosa de poca monta, en realidad para Laurent fue todo gracias a meter las narices donde no le convenía. Un tío, una tía. Un abuelo en común y un medio hermano… contactos de ese estilo y poco convencionales lo hicieron terminar donde está ahora. No le preocupa. Se siente cómodo, es su “selva” dice. El trabajo es el trabajo al fin y al cabo, y si las fuentes que antes daban frutos dejan de funcionar, pues… ¿qué se le va a hacer? Laurent no tiene ningún tipo de apego emocional hacia el Molino Rojo, a lo sumo alguna que otra chica. Por lo demás, la "Srita." Anette y su cochino cabaret pueden irse al diablo.
►Otros: Fuma como chimenea.
►Nombre: Logan Delastair.
►Sexo: M
►Edad: 30
►Trabajo: Fotógrafo.
►Apariencia: Un tipo de estatura promedio, ojos negros siempre abiertos bien despiertos. Suele quedarse fijo mirando a las personas, catalogándolas. Cabello color marrón chocolate corto y desordenado en punta con gel, rostro pálido, ojeroso. Por lo general a la hora de dar indicios de vida en la revista se viste con una camisa blanca, chaleco negro con rayas grises encima, jeans y zapatos negros. El resto del día se pone encima lo primero que ve. Tiene un tatuaje de dragón chino en el antebrazo izquierdo, un aro en la nariz y siempre barba de pocos días.
►Carácter: Es un insufrible de los detalles. Poco paciente, carisma frío, histérico. No es un mal tipo (es un desgraciado) sino que está demasiado compenetrado en su trabajo y a veces las modelos suelen ser taaaan… zorras. Es muy profesional en lo que hace, en su vida privada es un desastre. Se distrae con facilidad de la realidad y a la primera no escucha lo que le dicen, con él siempre es necesario repetir las cosas dos veces. Le caen bien pocas personas y con ellas se vuelve un compinche indiscutible. Es directo y conciso a la hora de criticar.
►Historia: De haber sido por él, se habría ido a la China a fotografiar templos y geishas hermosas en Japón, pero una considerable suma de dinero que debe a tipos poderosos lo tiene hasta el cuello y quiere sacarse eso de encima antes… Pues antes de que se lo quiten de encima a él, claro.
►Otros: Ama el café casi hasta el punto de lo insano. Le haría un monumento si pudiera. Odia el cigarrillo y suele odiar a los que fuman también. Es parte del paquete.
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►Nombre Real: Julie Odair.
►Nombre artístico: Lala Odaire.
►Sexo: F
►Edad: 24
►Trabajo: Bailarina.
►Apariencia: Julie es una chica de estatura promedio, cabello corto y negro, arreglado según la época. Para los shows puede llegar a usar algún tipo de peluca que vaya de acuerdo con el vestuario, pero detesta el pelo largo. Pómulos marcados, labios finos y nariz respingona. Tiene unos ojos grandes y azules que le gusta remarca con rímel y ayuda de su cantidad de pestañas, contrastan con su piel canela. Durante el show su vestuario alucina tanto como el de sus compañeras, pero luego le gusta vestirse más formal, casi como una señorita.
►Carácter: La señorita Lala Odaire tiene carácter y piensa mucho más de lo que dice, a no ser que realmente le choquen tus palabras. Es desconfiada, prejuiciosa por defensa propia y le gusta el bajo perfil, cuestión de poder escabullirse rápido si las cosas van mal, la vida se lo ha enseñado. Julie Odair es una idealista, se preocupa por la gente que la rodea casi maternalmente y tiende a responder con amabilidad. Es muy segura de sí misma y observadora y detallista.
►Historia: Reacia a contar su historia porque le parece una pérdida de tiempo rebuscar y joder con cosas que ya pasaron. Su madre era una mujer de color y su padre era blanco, pero las abandonó a las dos por miedo al rechazo de la sociedad y por falta de trabajo. Julie sospecha que viajó a América, por lo cual todas sus propinas, empeños y logros tienen como objetivo el mismo destino que su padre: aquella tierra donde supuestamente todo lo prometido se cumple. Ojo, su padre le importa un comino y medio más. Si lo viera, le daría una patada entre las piernas, le robaría y se iría caminando tranquila sin más. Pero tras la muerte de su madre tiene una especie de promesa pendiente. En el Molino Rojo siempre se sintió bienvenida y en casa, lo único que de verdad la perturba es la presencia de la mafia con la que sabe que, a pesar de todo, deben contar si quieren que el lugar siga funcionando.
►Otros: Tiene fascinación por los aretes, pero no le gusta ser una “mimada”. Adora leer pero le da vergüenza tener que admitir que se le da bastante mal.
►Nombre: Rachel Lavalley
►Sexo: F
►Edad: 24
►Trabajo: Secretaria ((Si hay algo mal con esto, me decís Eve y lestou~))
►Apariencia: Es una chica de tez clara, más bien pálida y lleva el cabello negro y largo hasta la cintura, en su mayoría suelto de manera que queda algo ondulado. Pómulos marcados, nariz respingona y tiene ojos azules grandes y muchas pestañas por lo que se maquilla poco, labios finos y sonrisa desganada casi siempre presente. Suele vestirse con polleras por debajo de la rodilla, holgadas, calzas negras y botas de preferencia negras con poco y nada de taco. Arriba casi siempre lleva poleras también negras y algún pañuelo que le dé un toque de color a su vida.
►Carácter: Tiene carácter pero piensa mucho más de lo que dice. Rachel es una muchacha un tanto cortante y al principio poco amigable por desconfiada y amante del bajo perfil. Detallista y observadora. Nada de lujos y mejor para ella, ropa sencilla y los escotes y los flúor déjenselos a las modelos que para eso les pagan. A pesar de su apariencia como blanco fácil de alguna broma cruel, Rachel es muy segura de sí y sus sonrisas sarcásticas las tiene perfectamente ensayadas para antes de responder, lo más probable es que termine volteándote el rostro con algún bofetón cuando el jefe no vea, o te insulte de pies a cabeza con alguna frase literaria. Allá el mundo.
►Historia: Nada interesante más que una vida tranquila familiar con algunos secretillos por aquí y por allá. El resto se lo llevará a la tumba. Le gusta su actual trabajo porque se limita a atender indirectamente a poca gente y a mucho papeleo y organización de agendas y cosas. No tiene ni idea de la historia que circunda la actual instalación de Etiqueta Negra, pero tanto papeleo podría hacer que choque la nariz con cosas que no le incumben.
►Otros: Lee proporcionalmente al inverso de lo que come: Muchísimo.
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►Nombre Real: Pierre LeCounce
►Apodo: La Roca, un chiste de mal gusto en referencia a Pedro el apostol y fundador de la Iglesia.
►Sexo: M
►Edad: 58
►Trabajo: Cabeza de la mafia que controla el Molino Rojo, entre otros negocios. Uno de tantos que controlan trabajos ilegales en Francia.
►Apariencia: Pierre es un sujeto alto, muy alto y de barriga considerable. Dada su edad su cabello es canoso pero abundante, le gusta tenerlo un tanto largo y acomodarlo con "elegancia" hacia atrás. Tiene un poblado bigote debajo de la nariz aguileña y un rostro amigable, de Papa Noel que divierte a los nietos en las Navidades. Le gusta cuidar mucho su apariencia y su higiene personal, como también su reputación. Lo único caro que Pierre lleva encima es un reloj de bolsillo del 1500. Lo demás es todo pulcro pero de segunda mano.
►Carácter: Es un tipo generoso, bullicioso y modesto. Es una buena fachada cuando tiene que hacer trabajos que no le gustan pero que el "negocio" amerita, es decir, cuando no quiere ensuciarse las manos. Es tacaño pero ese ahorro excesivo es lo que salvará a la familia en un futuro de la bancarrota. Por lo general hace muchas menos cosas de las que dice, le gusta jugar con las incógnitas y la información, por eso hablar con Pierre es como entablar una linda conversación de té con una esfinge.
►Historia: Pierre LeCounce tiene una trayectoria poco fuera de lo común en su vida, pero cualquiera que lo viera ahora probablemente no tomaría en serio que aquel tipo algo gordinflón tiene varios doctorados conseguidos cuando el espíritu joven e idealista en él seguía intacto. Varios encontronazos con la realidad del país le bajaron lo humos y lo hundieron en la realidad de nuevo y, por las malas, "la Roca" cayó en la cuenta que todo no era color de rosa como se lo pintaron de joven. Años y experiencia lo llevaron a la cima donde está ahora, pero sabe que la vida es un vaivén de oportunidades.
►Otros: Es un tipo poco ortodoxo, aunque ¿qué tan conservador se podría ser en una Francia como aquella? Hay pocas cosas que lo sacan de quicio y una de ellas, son los balbuceos.
►Nombre: Mathieu LeCounce
►Sexo: M
►Edad: 43
►Trabajo: Policía encubierto. Es tataranieto (y un poquito más) de Pierre LeCounce.
►Apariencia: Es alto y a pesar de su edad su estado físico es excelente. Su cabello se vuelve de a poco canoso y heredó de la familia una nariz algo aguileña que le da a su rostro un toque adusto. Cabello corto, peinado porque su aspecto es importante. Viste siempre de civil, nada fuera de lo común que sobrepase los jeans, las camisas y los mocasines. Le gusta llevar en el bolsillo corazón un reloj que es reliquia familiar.
►Carácter: Detallista, modesto y un tanto prejuicioso. A veces paranoico, de fácil dolor de cabeza. Es un sujeto que se cansa con facilidad de las charlas y con pocos recursos para terminarlas cuando ya no tiene más ganas porque le gusta evitar los conflictos directos. Si puede excusarse, mejor. Sino, siempre piensa en que asustar con la placa de policía sería una buena opción... pero pocas veces la utiliza.
►Historia: Mathieu conoce a la perfección la historia de su familia y la clase de trabajos que tenían en el pasado. Por eso quiso ser policía, no solo porque de alguna manera quisiera limpiar el nombre familiar, en realidad el mayor temor del LeCounce heredero es que se conozca su, hasta ahora, bien escondido secreto. Ser policía encubierto es una coartada perfecta y le abre posibilidades de otro modo inalcanzables, como tal vez infiltrarse en Etiqueta Negra.
►Otros: Para leer usa anteojos.
*►Nombre: Agnes Bailly, alias "Adrien"
►Sexo: F
►Edad: 18
►Trabajo: Boletería.
►Apariencia: 1,50 de estatura, complexión fibrosa, nudillos callosos y uñas mal cuidadas. Agnes tiene unos impactantes ojos casi amarillos que busca ocultar con un flequillo poco ordenado y cortado a los tijeretazos. Tez blanca, por lo general roñosa. Su rostro es anguloso y sus orejas terminan curiosamente casi en punta. Usa una boina vieja que le queda grande para ocultar el rostro debajo de su sombra tanto como las orejas, tiene una única muda de ropa que cuenta con una camisa amarillenta pero impecablemente limpia, un moño en mal estado color azul, unos pantaloncillos algo cortos color marrón que hace juego con la chaqueta, en los cuales tanto rodillas como codos tienen remendados parches. En los pies usa dos grandes bota de punta.
►Carácter: Agnes es un torbellino de mala conducta, poca docilidad y respeto. Suele ser cínica, vulgar y malhablada. Otras veces taciturna, malhumorada y callada. En pocas ocasiones es amable o charlatana o bromista, y solo lo es con quienes lo son con ella, pero le gusta reírse. En pocas palabras: su actitud se parece más a una niña de 15 años de bajos recursos que a una señorita refinada de 18 a punto de casarse. Esconde un lado sensible y reflexivo sin embargo, su orgullo e instinto de supervivencia se lo hicieron esconder hace tiempo, y que en raras ocasiones sale a la luz.
►Historia: Agnes Bailly es hija ilégitima de LeCounce. Nació en uno de los barrios marginales de París y ahí se crió toda su vida. Cuando tuvo edad para "trabajar" por primera vez, se cortó el cabello, mandó a la mierda a su madre y se puso a robar y a pelear con otros niños de su barrio. Dejó de llevar cosas a su casa cuando presenció cómo los que eran pillados en el acto terminaban mal, y peor las chicas, pero conserva de esa época su buen sentido de la orientación y varios trucos. A partir de ese momento intentó irse de casa y buscar otro tipo de entrada económica que ni tuviese que ver con la prostitución o la ratería, porque uno le recordaba a su madre y el otro (aunque no lo conocía) a su padre. Cuando finalmente logró sonsacarle a su madre la información sobre su padre sanguíneo, se fue de casa antes de que decidieran casarla con algún idiota para ser una fuente de ingresos para su madre. Ahora, recién cumplida la mayoría de edad, aparecerá en la vida de LeCounce, exigiéndole lo que le corresponde, o le quemará la casa.
►Otros: Se hace pasar por chico con el nombre Adrien. Le gusta robar pequeños tesoros y esconderlos en escondites o cambiar las cosas de lugar.
►Nombre: Jean-Claude Leopoldino Rambaud
►Sexo: M
►Edad: 25
►Trabajo: Modelo.
►Apariencia: Jean-Claude es un sujeto de estatura mayor al promedio. Su rostro presenta facciones angulosas, pómulos levemente marcados, cejas rectas y lineales, frente despejada y un cabello castaño algo enrulado, a veces medio rojizo, a veces más chocolate. Su cuerpo es tal cual debe ser un modelo de alta costura: Un Adonis tallado en marfil. Sin embargo, a simple vista, todo esto no suma nada en especial que lo haga ser diferente a los demás modelos con los que compitió (y a los que venció). La diferencia de Jean es esa tonalidad tostada, apenas morena de su piel herencia de su sangre latina, que combina con unos ojos amarillos impactantes.
►Carácter: A pesar de ser un sujeto con reconocida fama internacional, de buen poder adquisitivo, gusto lujoso y extremadamente obsesivo en los detalles mínimos, Jean-Claude es un tipo pacífico e introvertido. No lo verán siendo el alma de la fiesta, pero sí rodeado de ellos. Parece frío e indiferente, materialista y caprichoso a primera vista, pero le gusta el debate intelectual, y si se lo conoce mas a fondo, es un tipo sensible y soñador. Todo en el es tranquilo, puntilloso y medido; pero no es tan difícil como parece sacarlo de sus casillas y hacer que aparezca el Jean despectivo que puede llegar a ser. Considera que su problema es no siempre saber responder elegantemente a los insultos como le enseñaron hacer, cuando la realidad es que la vanidad se lo impide.
►Historia: Ethan Adrien Rambaud se casó con la famosísima modelo brasileña Fabiana Oliveira en una playa del amazónico. Decidieron mudarse a Francia, el país de origen del esposo, y que ambos se dedicasen a lo que mejor sabía hacer cada uno: Ethan al cultivo de viñedos y Fabiana a modelar. Aunque tuvieron un hijo y dos hijas, de los tres ninguno presentó el menor interés por seguir los pasos de su madre hasta que nació el segundo nieto de Adriana: Jean-Claude, a quien su abuela insistió en ponerle el segundo nombre. Jean vivió en el seno de una familia acaudalada, de modo que pudo cumplir tanto con las expectativas de su abuela de que fuera modelo, como sus expectativas de no mover un dedo en toda su vida, excluyendo las obvias obligaciones de una de las imágenes más importantes de ropa interior masculina, o estudiar algo relacionado a su comprometida carrera. El fallecimiento de su abuela en el 2014 genera un quiebre en Jean, que decide dejarlo todo y viajar por el mundo. En el 2015 vuelve a vérselo en algunas tapas de revistas brasileñas, pero renuncia por capricho personal y vuelve a Francia donde están sus padres y donde tiene en mente conseguir trabajo, cosa que sabe, no será difícil.
►Otros: Detesta profundamente que se metan en su vida privada, ya tuvo varios problemas con paparazzis.