Post by Eve on Feb 16, 2015 20:09:25 GMT
Ella corría con los cabellos enredados al viento. Le fascinaba ir contra el aire mientras imaginaba volar.
No vio - y tampoco el hombre- cuando fue empujada fuera de la acera. Lorelaine cayó sobre el césped y se quedó mirando el cielo.
-Ten cuidado, hija- Dijo Susan con marcado acento francés mientras le indicaba por medio de señas a los de la inmobiliaria donde dejar las cosas.
-A mamá y papá no les gustaría verte herida. ¡Sophie! ¿Dónde te has metido?
Una niña de cabellos castaños y ojos esmeralda asomó.
-¡Esa del balcón será mi habitación!-Gritó Sophie sonriente mientras sacaba la cabeza por una ventana del primer piso- ¡Quiero sentirme como Julieta todos los días!- agregó antes de soltar una risita que enterneció a los grandes hombres que cargaban un pesado sofá.
-¿Estás bien?- Preguntó un niño de cabello negro y ojos azules a Lorelaine al ofrecerle una mano para ayudarla a levantarse.
-Si-dijo ella aceptando la ayuda- No me hice daño.
-Que bueno- sonrió el chico- Hola, soy Zack.
-Lorelaine, me dicen Lola.
-¿Por qué hablas tan raro?- se burló él.
-¡Yo no hablo raro!- gritó Lorelaine
-Claro que sí ¿De dónde eres? ¿Cuántos años tienes? ¿Tienes hermanos con quien jugar? ¿Vas a vivir aquí? ¿Por qué me miras así?
-Haces muchas preguntas.-respondió seria.
Zack abrió mucho los ojos, acababa de ver a Susan.
-¿Ella es tu mamá?-preguntó sin dejar de observar la esbelta figura de la madre de Lorelaine, era la mujer más bella que hubiese visto en su vida.
-Si- respondió Lola- Y ya deja de mirarla así, pones cara graciosa-rió.
-Es muy bonita- le dijo Zack- Bueno.. Aun no me contestas ninguna pregunta.
-Ya te dije que sí, es mi mamá.
-No, tonta, esa no. Las que te hice primero-aclaró Zack.
-¡Ah! Pues… no soy de aquí, me acabo de mudar.
-¿Dónde vivías antes?
-Francia
-¿De verdad? Yo nunca he estado allí. En realidad nunca he salido de aquí. Los que viajan son mis papás, ellos prefieren que me quede aquí con mi nana.
-¿Tienes nana?-se burló Lorelaine-¿Cuántos años tienes? ¿5?
-¡Tengo 8 años!-contestó molesto -¿Y tú? ¿Acaso tienes 3?
-Tengo 7-Lorelaine alzó la cabeza desdeñosa.
-Eres una niña-se burló Zack.
-No me agradas
-Tú tampoco, ¿Para qué viniste aquí? ¿Te echaron de Francia por verte como....como...un gusano?-dijo él con todo afán de herirla.
-No-respondió ella imperturbable- Vine aquí para hacerte la vida imposible.
-Buena suerte con eso.
-¡Hola!-saludó Sophie acercándose a los niños que discutían frente a la casa.
La nueva niña se paró junto a su gemela. Ojos verdes, cabellos ondulados y castaños, ambas de la misma talla. La única diferencia era el gesto sonriente de la segunda en contraste con la mirada ofuscada de Lorelaine.
-Hola-saludó Zack sin poder apartar la mirada de Sophie. "Cielos, ella si que es bonita. Que viva aquí, por favor, que viva aquí." pensó.
-Soy Sophie-le sonrió ella dándole un beso en la mejilla a modo de saludo- ¿Eres nuestro vecino, cierto?
-Ehm… si
Lorelaine desvió la mirada y fue a sentarse en la borde de la acera. Recién notaba el raspón que tenía en la palma de la mano derecha. Había enrojecido y escocía amenazando con sangrar.
-Aun no me dices tu nombre
-Zack
-Ah... bueno, espero verte luego-se despidió Sophie- Voy a conocer el resto de la casa...-se detuvo un momento y examinó con curiosidad al niño, parecía agradable- ¿Quieres venir?
Zack iba a decir que sí cuando notó que faltaba alguien, movió la cabeza y vió a la otra gemela sentada lejos de ellos. Sin creer lo que estaba a punto de hacer, negó con la cabeza- Mejor luego.
La niña se fue corriendo dentro de casa mientras Zack caminaba lento y se sentaba junto a Lorelaine.
-Tu hermana es muy bonita.
-Somos gemelas, bobo-dijo Lola mientras apretaba fuerte la mano, de verdad le dolía.
-Bueno... ella es más bonita
Lorelaine le fulminó con la mirada. ¿Por qué todos decían lo mismo? ¿Acaso no se daban cuenta que eran exactamente iguales? ¿O era cierto que Sophie era mejor que ella? Tal vez sí.
-Hey... dijiste que no te habías hecho daño-Ya había notado la herida en la mano de la niña.
-No me fijé-dijo ella con la cara blanca y mordiéndose los labios, los ojos parecieron hacérsele más grandes y comenzaron a salirle manchas en el rostro.
-¿Vas a lloras?-preguntó Zack alarmándose- Oh no… no llores
El niño se apresuró a sacar una bandita para las heridas de su bolsillo y se la puso delicadamente en la palma de la mano a Lorelaine mientras ella se secaba las lágrimas con la otra. Zack esperó sosteniéndole la mano a la niña mientras ella se calmaba.
-Gracias- dijo ella esbozando una tímida sonrisa
-De nada… Siempre me pasa esto. No me refiero a las nuevas vecinas...sino que me caigo en la acera. Por eso mi nana me da algunas banditas…solo por si acaso- dijo él también algo avergonzado mientras la observaba detenidamente, así de cerca se veía menos molesta y algo graciosa- Tú también eres bonita.
-¿De verdad?-preguntó ella animándose un poco
-Si… ¿Quieres ser mi amiga?
No vio - y tampoco el hombre- cuando fue empujada fuera de la acera. Lorelaine cayó sobre el césped y se quedó mirando el cielo.
-Ten cuidado, hija- Dijo Susan con marcado acento francés mientras le indicaba por medio de señas a los de la inmobiliaria donde dejar las cosas.
-A mamá y papá no les gustaría verte herida. ¡Sophie! ¿Dónde te has metido?
Una niña de cabellos castaños y ojos esmeralda asomó.
-¡Esa del balcón será mi habitación!-Gritó Sophie sonriente mientras sacaba la cabeza por una ventana del primer piso- ¡Quiero sentirme como Julieta todos los días!- agregó antes de soltar una risita que enterneció a los grandes hombres que cargaban un pesado sofá.
-¿Estás bien?- Preguntó un niño de cabello negro y ojos azules a Lorelaine al ofrecerle una mano para ayudarla a levantarse.
-Si-dijo ella aceptando la ayuda- No me hice daño.
-Que bueno- sonrió el chico- Hola, soy Zack.
-Lorelaine, me dicen Lola.
-¿Por qué hablas tan raro?- se burló él.
-¡Yo no hablo raro!- gritó Lorelaine
-Claro que sí ¿De dónde eres? ¿Cuántos años tienes? ¿Tienes hermanos con quien jugar? ¿Vas a vivir aquí? ¿Por qué me miras así?
-Haces muchas preguntas.-respondió seria.
Zack abrió mucho los ojos, acababa de ver a Susan.
-¿Ella es tu mamá?-preguntó sin dejar de observar la esbelta figura de la madre de Lorelaine, era la mujer más bella que hubiese visto en su vida.
-Si- respondió Lola- Y ya deja de mirarla así, pones cara graciosa-rió.
-Es muy bonita- le dijo Zack- Bueno.. Aun no me contestas ninguna pregunta.
-Ya te dije que sí, es mi mamá.
-No, tonta, esa no. Las que te hice primero-aclaró Zack.
-¡Ah! Pues… no soy de aquí, me acabo de mudar.
-¿Dónde vivías antes?
-Francia
-¿De verdad? Yo nunca he estado allí. En realidad nunca he salido de aquí. Los que viajan son mis papás, ellos prefieren que me quede aquí con mi nana.
-¿Tienes nana?-se burló Lorelaine-¿Cuántos años tienes? ¿5?
-¡Tengo 8 años!-contestó molesto -¿Y tú? ¿Acaso tienes 3?
-Tengo 7-Lorelaine alzó la cabeza desdeñosa.
-Eres una niña-se burló Zack.
-No me agradas
-Tú tampoco, ¿Para qué viniste aquí? ¿Te echaron de Francia por verte como....como...un gusano?-dijo él con todo afán de herirla.
-No-respondió ella imperturbable- Vine aquí para hacerte la vida imposible.
-Buena suerte con eso.
-¡Hola!-saludó Sophie acercándose a los niños que discutían frente a la casa.
La nueva niña se paró junto a su gemela. Ojos verdes, cabellos ondulados y castaños, ambas de la misma talla. La única diferencia era el gesto sonriente de la segunda en contraste con la mirada ofuscada de Lorelaine.
-Hola-saludó Zack sin poder apartar la mirada de Sophie. "Cielos, ella si que es bonita. Que viva aquí, por favor, que viva aquí." pensó.
-Soy Sophie-le sonrió ella dándole un beso en la mejilla a modo de saludo- ¿Eres nuestro vecino, cierto?
-Ehm… si
Lorelaine desvió la mirada y fue a sentarse en la borde de la acera. Recién notaba el raspón que tenía en la palma de la mano derecha. Había enrojecido y escocía amenazando con sangrar.
-Aun no me dices tu nombre
-Zack
-Ah... bueno, espero verte luego-se despidió Sophie- Voy a conocer el resto de la casa...-se detuvo un momento y examinó con curiosidad al niño, parecía agradable- ¿Quieres venir?
Zack iba a decir que sí cuando notó que faltaba alguien, movió la cabeza y vió a la otra gemela sentada lejos de ellos. Sin creer lo que estaba a punto de hacer, negó con la cabeza- Mejor luego.
La niña se fue corriendo dentro de casa mientras Zack caminaba lento y se sentaba junto a Lorelaine.
-Tu hermana es muy bonita.
-Somos gemelas, bobo-dijo Lola mientras apretaba fuerte la mano, de verdad le dolía.
-Bueno... ella es más bonita
Lorelaine le fulminó con la mirada. ¿Por qué todos decían lo mismo? ¿Acaso no se daban cuenta que eran exactamente iguales? ¿O era cierto que Sophie era mejor que ella? Tal vez sí.
-Hey... dijiste que no te habías hecho daño-Ya había notado la herida en la mano de la niña.
-No me fijé-dijo ella con la cara blanca y mordiéndose los labios, los ojos parecieron hacérsele más grandes y comenzaron a salirle manchas en el rostro.
-¿Vas a lloras?-preguntó Zack alarmándose- Oh no… no llores
El niño se apresuró a sacar una bandita para las heridas de su bolsillo y se la puso delicadamente en la palma de la mano a Lorelaine mientras ella se secaba las lágrimas con la otra. Zack esperó sosteniéndole la mano a la niña mientras ella se calmaba.
-Gracias- dijo ella esbozando una tímida sonrisa
-De nada… Siempre me pasa esto. No me refiero a las nuevas vecinas...sino que me caigo en la acera. Por eso mi nana me da algunas banditas…solo por si acaso- dijo él también algo avergonzado mientras la observaba detenidamente, así de cerca se veía menos molesta y algo graciosa- Tú también eres bonita.
-¿De verdad?-preguntó ella animándose un poco
-Si… ¿Quieres ser mi amiga?